lunes, 9 de mayo de 2011

Oriflama; Aproximación a la cosmogonía erótica en la poesía de Lydda Franco Farías

Oriflama:




La lectura de la poesía de Lydda Franco Faria la haré desde dos perspectivas: por un lado la que me ha ofrecido mi formación de lingüista y por otro, de mi recorrido por la Antropología, pero mas específicamente de  la Antropolingüística. En cuanto a la primera, mis estudios se han centrado en reflexionar sobre la lingüística, semántica y semióticas y al análisis de diferentes tipos de discursos entre los cuales están el político, el narrativo, el periodístico y algunas experiencias de clases dentro del discurso creativo, con base a Benveniste (1978), Potier (1977,1992, 1993), Cabeza (1985,1994,2003), Van Dijk (1996,1980,1999,2000), Ricoeur, P. (1975), Bajtin, (1997), Charaudeau, (1992). Este basamento epistemológico se inspira fundamentalmente en la teoría pragmática como parte de una teoría del lenguaje donde se estudia las relaciones entre los signos y sus usuarios, para desentrañar cuales son los principios de la interacción comunicativa que están conectados con la interpretación del discurso y que lo hace intertextual, en cuanto a la segunda, la Antropología, me ubicaré en el estudio que esta hace de los simbolos, sobre todo en Durand,G (1981), Bachelard, Sperbert. De igual manera, es también de la Antropología Histórica que he tomado la inspiración meztodológica, ya que utilizo la Historia de Vida, como herramienta para construir la historia y el contecto de la poeta. ( Utilizo la palabra poeta, por respeto a la escritora ya que detestaba que le dijeran poetisa, para ella esta palabra tenía un significado despectivo. Desde allí se vislumbra su conciencia de género)

Oriflama

Cuando la mano toca
el dormido instrumento activa
su velamen
cuando la boca hace su trabajo de orfebre
en sabbat
en oriflama
de entre sus muslos sale un vellocino de oro
una serpiente emplumada
un vendaval  de helechos
una larga vocal impronunciable
flauta cuyo sonido me  despierta
a cualquier hora
tu sexo rompe los cristales de las guarderías
penetra con salacidad mis oquedades las ventila

                               (Bolero a Media Luz, 2002: 205)
                                   Lydda Franco Farias